Cuando cambias tu alimentación y te conviertes en un sectario de la nutrición, no puedes permitirte tener días de hacer trampa.
A ver, pero es que no hay que ser exagerados. Si nunca comes porquerías, rara vez se te van a antojar.
Yo era de los que no se podían creer el cuento de que cuando comes algo con mucha azúcar luego de restringirla, te sabía mal.
Es comida para niños, le digo a Diana, cada vez más seguido. Mucho aceite, mucha azúcar, ingredientes baratos…
Pecar tiene que ser con ingredientes cada vez más finos y en menos cantidad.
Todos los días me como un cuadrito de chocolate amargo con mi café recién molido y nueces.
Un cuadrito me hubiera parecido ridículo en el pasado. Hoy es más que suficiente.
Jos.
Diarios de cuadritos (6 de 30)
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