Una señora sentada en su automóvil, gozando de la sombra del parque, vio de reojo lo que parecía una chamarra naranja pasar, mientras su bebé dormía en sus brazos.
Un agente de seguros, soñó que una chamarra voladora color naranja, flotaba mientras tomaba la siesta en el auto de la empresa.
Una parejita de adolescentes que había decidido fajar en el coche de su papi, ni siquiera se percató de la chamarra color naranja.
Un viejito se confundió al ser rebasado por una chamarra naranja, incluso juró que las chamarras, sobre todo las naranjas, no sabían correr.
Un narcotraficante, cansado de las balaceras del norte, viajó al sur, solamente para asustarse un poco al ver desde su polarizado una chamarra naranja aproximarse.
Un guardaespaldas, seguramente del narcotraficante, le apuntó a la chamarra en forma de punto naranja desde el edificio de enfrente.
Un corredor persiguió a su chamarra naranja, hasta que la alcanzó. Fue entonces cuando la chamarra naranja, harta de tantas confusiones, se detuvo para que todos pudieran verla.
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