Cuando camino en una ciudad que no conozco del todo, me gusta marcar un punto al que quiero llegar para poder deambular en lo que llego.
Esto me da información interesante. Primero, un aproximado del tiempo en el que voy a llegar. También puedo saber fácilmente qué puntos de interés hay alrededor.
Las aplicaciones como Google Maps te muestran de manera orgánica un listado de reseñas y puntos de interés con fotografías.
Los puntos intermedios a veces resultan más interesantes que el punto al que quería llegar.
Marcar un punto objetivo también te ayuda a no lucir como un turista, a abrir los ojos y caminar con seguridad.
No se trata de seguir las instrucciones al 100% pues lo importante es disfrutar, irte por las sombras, detenerte, encontrar qué tomar o botanear, descansar, divertirte mientras haces ejercicio.
Creo que lo que más me gusta es decirle a mi esposa: te voy a llevar a un lugar que se ve bien. Y ya casi llegando, ver sus ojos cuando lo descubre.
“Por aquí a la vuelta debe de poderse ver”
Y la sorpresa de encontrarlo como un tesoro.
Jos.
Diarios de cuadritos (26 de 30)
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