Por la época de crisis de Estados Unidos del 29, Grace (Nicole Kidman) huye de unos gangsters. Cuando llega a Dogville, un pueblito insignificante a la orilla de la montaña, es recibida por el joven escritor intento de filósofo, Tom Edison (Paul Bettany) quien la oculta en la mina abandonada. Luego de convencer al pueblo de aceptar darle refugio a la bella fugitiva, es puesta a prueba, teniendo que ayudar a todos en sus labores cotidianas.
Escrita y dirigida por el danés Lars Von Trier, Dogville tiene la particularidad de obligar al espectador a fijar la atención a las relaciones entre los personajes. La forma en la que lo logra es omitiendo distractores visuales: No hay casas en el escenario pues está pintado en el suelo. Hay puertas que no se ven pero que se escuchan. Se abre la posibilidad de visualizar todo lo que pasa al mismo tiempo.
Dogville es narrada en capítulos que reflejan lo que pasa con un pueblo que adquiere poder sobre alguien. Revela la obscuridad de la naturaleza humana.
Presentarse a los demás a modo de regalo es sumamente peligroso. Cuando ofrecemos algo a los demás debemos hacerlo desinteresadamente. Hacer trueques es bueno si se logra concretar un trato justo. Pero si de entrada, llevamos la de perder, o la contraparte abusa de nuestra situación de desventaja, las cosas probablemente salgan mal. Tratar con gente es como firmar un contrato con lápiz y confiar en que nadie lo modificará.
Recomiendo mucho esta película pues es una fuerte crítica a la sociedad en la que vivimos, sin importar realmente el tamaño de la misma. Desde la propia familia, hasta el mundo entero.
Deja un comentario