De repente

De repente olvidé dónde dejé mi cigarro y pasó por mi mente que algún cerro se incendiaba. Me di cuenta de que lo tenías tú y me eché a reír.

De repente iba caminando sin pensar dónde dejé el carro y de repente me topé con él, casi me atropella aunque estuviera estacionado.

De repente me imaginé durmiendo temprano y no pude hacerlo porque al despedirme me despertó tu alarma, la alarmita mensajera. 


Comments

Una respuesta a “De repente”

  1. De repente te dejé un comentario. Pensaste que no lo haría…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *