Hubiera pensado que fue un accidente… que el sobre que casualmente abandonaste, había salido de tu bolso. Que el sobre que contenía a tus polaroid, aquellas que tuve que disfrutar a escondidas luego de tu partida… que revelaban tus formas de mujer sedienta de orgasmos ajenos, no era para mí.
“Érotique…” un labial rojo le había puesto esa etiqueta… lo hubiera considerado, te digo… necia, podría haber sido un simple accidente, un pequeñísimo olvido, un insignificante desliz… de no ser porque lo firmaste con besos y lo cerraste a mordidas… y porque el sobre era yo.
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