Te pago poquito casi siempre, me pagas muchito casi nunca.
Tu y yo o ni maiz paloma.
Si me ahogas, te arrastro al río.
Yo y tu, la paloma nos tiene sin cuidado.
Con-sentimiento.
Si me vendes, tu paga viene por añadidura.
Te arrendo ésta.
Te presto mis tierras, pero alimenta a mi ganado.
Ni tu ni yo, sino lo que diga el árbitro.
Para vivir de las rentas.
Del norte te dieron libranza para recibir los verdes.
Mércaselo a quien más legal confianza le tengas.
Ay te lo devuelvo al ratito, deja nomás me acomodo.
~ de compraventa, o ~ de compra y venta.
Recibiendo el último centavo te lo firmo.
Una mordidita y metemos a otro en la sociedad.
A más tardar en octubre nos ponemos a mano.
~ de cuenta corriente bancaria.
Ay que se haga bolas el banco.
~ de cuentas en participación.
Tú dame la lana. Mientras más le metas, más ganas.
Guárdamelo en tu cajita, cuando lo necesite me lo das.
Hoy deposito un peso, mañana dos. Pasado mañana retiro tres.
~ de depósito miserable, o ~ de depósito necesario.
Si no sigues la ley me quedo con tus chivas.
Cuando me termines de pagar, te haré una rebajilla.
De a-grapa.
Si no me pagas tú, lo pagará tu mamá. Lo pagará caro.
Siéntete como en casa, pero al día siguiente largo de mi vista.
No te me vas si no terminas.
Al año es tu obligación venderme lo que te vendí.
Venga la polla.
1. m. Der. El conmutativo, por el cual el dueño de un inmueble cede el dominio útil, reservándose el directo, en reconocimiento del cual se estipulan el pago de un canon periódico, el de laudemio por cada enajenación de aquel dominio, y a veces otras prestaciones. (¿Le entendieron? Yo nel… ¡ja!)
Libertad de pacto.
Si me das una ayudadita, si no… ps no.
Que nada más requiere.
Dando y dando, papelito volando.
El mismo de arriba de la paloma pero se oye más acá.
Si envolvemos el préstamo podemos por ahí hacer chanchuyo.
Tú estás obligado a pagarme, yo no te debo ni las gracias.
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