Pinturas de Octavio Moctezuma
La presente es una selección de 20 piezas producidas de cinco años a la fecha que dan cuenta de procesos no lineales de experimentación pictórica.
En todos los casos, los materiales empleados siguen la tradición veneciana, partiendo de una preparación a la creta con cola de conejo, curtida con alumbre, fondo de bolo a base de temple de huevo y pintando con capas de emulsión de cera y óleo.
Sin embargo, los procesos difieren de los tradicionales en su tratamiento, ya que la materialidad es violentada por el empleo de interacciones entre las distintas densidades y viscosidades de la pintura líquida.
El empleo de la figuración, abstracción, geometría y aleatoriedad son con la intención de poner a prueba sistemas pictóricos alternos, obtener varios niveles de complejidad, problematizar tanto la percepción como la conceptualización de los temas y motivos, pero sin dejar de lado lo lúdico en la ejecución.
Se trata de una composición trazada en diagonales para generar una sensación espacial ambigua, construida en diferentes tiempos y con arrastres de pintura producidos con cepillo de alambre, para que la materia tenga movimiento simulando el viento.
Partiendo de una idea similar a la pieza anterior, pero con una construcción abstracta, en esta ocasión los arrastres de pintura tienen la intención de generar otro plano, para simular agua.
El punto de partida de esta pieza fue una conferencia de José Luis Díaz en el Instituto Nacional de psiquiatría donde habló sobre sueños lúcidos y el modo basal del conectoma en neurociencias. El título de “default mode” hace referencia al modo basal del conectoma que es un estado mental donde los pensamientos se producen de forma aleatoria motivando la creatividad. Esta pieza fue realizada tratando de evitar un pensamiento concreto y desarrollada como un proceso automático de pintura.
Esta pieza fue realizada a base de una serie de alrededor de 20 capas sobrepuestas alternadas de negro y blanco. El dibujo proviene del achurado del aguafuerte y el blanco fue dado con brocha, cubriendo por completo cada capa de manera semi transparente. Las capas inferiores de dibujo no son visibles pero generan una densidad perceptible en el resultado final.
El punto de partida de esta pieza es una fotografía de un paisaje urbano, la idea fue trabajarla sin tocar la tela arrojando con el pincel pintura de muy baja viscosidad para que la materia pictórica resultara lo más aleatoria posible. Este forma de pintar dió pie a un proceso donde lo relevante es la densidad del color dada la imprecisión de la forma.
Se trata de un proceso similar al anterior, la intención de esta serie fue la de abordar los géneros clásicos de la pintura como el bodegón y el paisaje empleando una metodología aleatoria pero con resonancias del puntillismo de Georges Seurat.
El título de la serie tiene que ver con la idea de lo sublime matemático de Kant, ya que este concepto estético lo relaciona con la idea de infinito. En matemáticas, las ecuaciones que dan por resultado un infinito, se les llama indeterminadas. La intención fue ver hasta qué punto era posible construir un rostro con medios aleatorios a base de sesiones sucesivas de blanco y negro.
Otra pieza de la misma serie con un gama más naturalista y cercana a la paleta de Seurat. Estas piezas fueron analizadas por Elsa Ma. de la Calleja empleando invariantes topológicas para medir su nivel de complejidad.
Esta pieza fue realizada utilizando la misma metodología, pero con una paleta arbitraria. Estoy mostrando tres piezas de una serie de nueve que han sido expuestas tanto individualmente o en conjunto. Cuando se han mostrado de forma individual, el público difícilmente comprende la imagen; la intención se vuelve evidente cuando se exponen varias piezas de la serie.
La intención en este díptico fue la de aplicar la misma metodología a la geometría, añadiendo un toque irónico.
En esta pieza se realizaron trazos con regla y compás de manera aleatoria, después se fueron pintando alternadamente con blanco y azul dispersando con agua el óleo y el temple. Las primeras capas son la más saturadas con la materia dispersa por lo que tienen una mayor densidad.
Misma metodología que la pieza anterior, pero el espacio no intervenido es mayor con el objeto de que se visualice más claramente el óleo esparcido por el agua.
El punto de partida es una estructura geométrica que permite observar cómo se visualiza entre los diferentes espacios las interacciones de la materia pictórica dispersada por el agua.
Esta pieza se realizó con la intención de llevar al extremo la propuesta geométrica y lo caótico para contrastar los espacios blanco con el azul de prusia dentro y fuera de la figura.
En este caso, el tema es la ausencia de motivo, la idea fue generar un lienzo totalmente caótico.
Es una pieza de control experimental ya que la complejidad se da entre el orden y el caos.
Con el propósito de continuar el proceso de manera no lineal, realicé una serie de parajes de maleza, más que de de paisajes, entre ellos algunos de la reserva ecológica de la UNAM, dibujando con color falso y lo más aleatoriamente posible, sin partir de un dibujo previo.
Igual método que la pieza anterior pero con otra paleta para evidenciar el proceso del empleo del color arbitrario.
El título de serie proviene de sobreponer capas de pintura de tal manera que la inferior es la visualmente más próxima. Además, los arrastres del óleo son provocados con agua aprovechando la mayor densidad de esta última en relación al aceite, que a su vez es necesario que tenga una baja viscosidad.
Cementerio marino es un poema de Paul Valery donde evoca los techos de zinc de la ciudad de París como si fueran lápidas y el cielo como fondo marino. Con esa idea estoy trabajando esta serie sobre la Ciudad de México basándome en fotografías tomadas desde el taller. Estoy aplicando los arrastres del óleo empleando agua para sugerir lluvia ó llanto.
Otra pieza de la misma serie con aplicación de los arrastres de agua sobre el óleo pero de una manera más extrema. El resultado se debe al proceso de pintar un total de doce capas sobrepuestas empleando el concepto de “all-overness” practicado en el expresionismo abstracto.