No hay manera de generar público sin compartir tu trabajo y la red es, desde mi punto de vista, un excelente medio para hacerlo: llega a más personas y perdura más que los medios impresos. Sin embargo, ¿qué debes considerar antes de publicar material en redes?
Registrar te da seguridad
La Ley Federal de Derechos de Autor te ampara como creador para proteger tu obra del plagio, mal uso y posibles confusiones, así como para regular la comercialización de tus escritos. El registro ante INDAUTOR cuesta $236 y te permite registrar colecciones; es decir, que no es necesario que registres tus textos uno a uno.
Comparte tu material en medios confiables
¿Involucrarías tu nombre en un negocio que no conoces? ¿Mandarías tu solicitud de trabajo a donde caiga, sólo porque hay vacantes? Tu obra te pertenece, no la sueltes sólo porque alguien te ofrece un espacio. Consulta a otros autores o revisa tú mismo el medio al que estás mandando el material: no hagas envíos a ciegas. Después de todo, al ser publicado en un medio electrónico estarás ligado a éste.
Toma nota
Lo mejor es compartir material que ya has registrado o que forma parte de alguna publicación que ya te ampara. Pero si publicas material inédito, saber en qué medio y en qué fecha publicaste tu trabajo te permite no solo rastrearlo sino anotarlo en el formato de registro cuando más adelante protejas esa obra en INDAUTOR. Tus derechos serán retroactivos.
El autor más plagiado es Anónimo
Usa tu nombre – siempre puedes elegir un seudónimo o nombre de pluma y puedes también relacionarlo con tu registro en INDAUTOR, aunque te suma trámites a tu registro de obra- cuando compartas tus escritos en línea. Por ningún motivo publiques como Anónimo o cambies constantemente de seudónimo. Construir un nombre es una labor de años: no pierdas el tiempo, ni desaproveches el camino andado.
Lo que está en las redes es gratis
No regales todo: resérvate algo para tu libro impreso o libro electrónico. Lo que ya subiste es un gratuito para los usuarios de las redes, que no te deben un centavo. Tampoco seas tacaño y subas los sobrantes o la basura. Si tus textos en redes son una tarjeta de presentación; ¿qué pasará si compartes lo que tú mismo consideras malo? Úsalos en cambio como una invitación a que los lectores en la red conozcan más de tu trabajo.
Recomendó para impetuosa Cecilia Magaña.