Proyectos culturales
El ramen que más me gusta en el mundo es el Shin-Sen-Gumi Hakata Ramen. Además de ofrecer este gran platillo, estos japoneses son muy buenos con el servicio. Cuando llegas al lugar, en vez de hostess te topas con una hoja de papel y un lápiz. Cada quien anota su nombre conforme va llegando así como el número de personas y espera a ser llamado. Es hermoso.
Con lectores me refiero a suscriptores, a la gente que lee habitualmente tu medio. ¿Para qué queremos lectores? Para generar fidelidad, seguidores, colaboradores, eventuales donadores o clientes. ¿Cómo lo hacemos?
Por fin tenemos listo el artículo que queremos compartir a nuestros seguidores en Facebook y al pegar la URL en esta red social no nos aparece la imagen que elegimos como portada. ¿A qué se debe? El URL Linter de Facebook nos puede dar una idea.
Si me hace usted favor, acompáñeme a platicar de aquellas publicaciones digitales formadas principalmente por archivos y bases de datos. Hoy no hablaremos de los intentos por preservar la imagen de lo que alguna vez fue su revista impresa.
Por supuesto que las donaciones no son la única vía para mantener una revista, pero en lo personal me parece una forma muy noble y coherente de financiar un proyecto cultural a largo plazo.